Los primeros escritos con el término de La Rioja datan del Siglo X. El carácter y el ser riojano ha sido el forjado a lo largo de los siglos como un sentimiento de unidad en torno a un ente no existente políticamente hasta el Siglo XIX. La Rioja es un conglomerado de diferentes culturas que han formado una nueva. Esa cultura es La Rioja.

Antes de la llegada de los romanos el territorio riojano estaba dividido en diversas tribus. Cinco de ellas son las que formarían hoy parte de La Rioja

Durante muchos siglos, la península Ibérica fue dominada tanto por romanos como por los musulmanes.

Por un período de unos 150 años, la mayor parte de La Rioja formó parte de un reino cuya capital era la ciudad de Nájera.

El Reino de Castilla volvió a recuperar el territorio de La Rioja, que permanecería unido al Reino de Castilla y a la futura Comunidad Castellana hasta el año 1982.

Durante más de 700 años La Rioja formará parte de la vida castellana dividiendo los territorios de La Rioja entre las dos provincias de Burgos y Soria.

Las aspiraciones riojanas llegan por fin este año, con la creación de la provincia de Logroño con toda su región natural, que abarcará zonas de otras provincias españolas. Esta es la auténtica Rioja.

Diez años son los que duran para La Rioja sus derechos territoriales. Sucesos meramente políticos son los que mermarán el territorio natural riojano hasta los límites hoy conocidos.

Por fin con la llegada de la España de las autonomías el sentir riojano de tantos siglos menospreciado consigue gracias a la voluntad de su pueblo, el reconocimiento de toda España a forjar su destino de forma independiente. Se crea la Comunidad Autónoma de La Rioja.